Damos entrada a una nueva lámina correspondiente a uno de los uniformes que utilizaron los infantes españoles para luchar contra el invasor francés durante la Guerra de Independencia (1808-1814).
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LA INFANTERÍA ESPAÑOLA EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Dignos de admiración y más allá de la permanente invocación de la guerrilla como elemento decisivo en la expulsión de las fuerzas napoleónicas en España, lo cierto es que los ejércitos regulares españoles tuvieron un papel de primer orden en aquella guerra extraña, convencional y popular, sucia y limpia a la par, dura, cruel y sobre todo gloriosa para las armas españolas. Aún cuando las guerrillas fueron importantes, la historiografía posterior a los acontecimientos ha remarcado en exceso, quizás por motivaciones ideológicas, el papel que éstas jugaron en el desenvolvimiento general de la guerra. Sin embargo, el ejército español -y muy singularmente su Infantería- fue uno de los elementos clave en la victoria definitiva sobre Napoleón Bonaparte.
En efecto, siempre descalabrada pero nunca derrotada nuestra infantería, el transcurrir de la guerra la fue forjando como una fuerza de combate cada vez más eficaz y temible. Si al principio los franceses despreciaban olímpicamente a sus oponentes españoles, en desbandada una y otra vez, el hecho de verlos surgir de nuevo en cualquier lugar prestos a combatir con bríos renovados, empezó a causarles una irritación cada vez más acusada que acabó finalmente por desesperarlos. Y es que los franceses, habituados a resolver sus guerras en gigantescas batallas decisivas en las que el innegable genio de Napoleón brillaba singularmente, no tuvieron en España lances resolutivos de semejante naturaleza. En fin, para conocer en profundidad los avatares de la Guerra de Independencia, remitimos al lector a la monumental obra del general Gómez de Arteche sobre este episodio nacional.
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Como en otras ocasionesEl Infante -figuras de colección- nos sugirió la construcción de un Santana 88 a escala 1:32. La idea era combinarlo con figuras de legionarios de principios de la década de los setenta del siglo pasado, esto es, los años en los que la Legión se desplegaba en el Sáhara por última vez. Aceptada la propuesta, el Santana 88 de la Legión lo íbamos a construir a base de cartón contracolado de 1.25 mm y DM de 2.5 mm, cortado y grabado mediante láser, además de un revestimiento parcial a base de cartulina de 350 gr/m2 cortado a troquel plóter.
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1. Trabajos Preliminares
El sugestivo proyecto partía de cero, es decir, había que crear la maqueta diseñando las piezas y su configuración de ensamblaje sin referencias previas. Así que, puestos manos a la obra, lo primero que interesaba eran los planos del vehículo a reproducir y la documentación fotográfica de apoyo que resultase necesaria. No fue fácil encontrar planos de este modelo concreto -de hecho no había ninguno fiable- pero finalmente, y a base de extrapolaciones comparadas con otros vehículos de la fábrica de Linares, pudimos llegar a un esquema de trabajo muy aproximado.
2. DISEÑO
Obtenido ese esquema básico, lo siguiente era traducirlo en el conjunto de piezas subsiguiente. Este es un trabajo de ordenador y es la parte más compleja; deben diseñarse todas las piezas considerando sus disposiciones tridimensionales mutuas y los espesores de los materiales utilizados, de manera que el ensamblaje sea perfecto.
3. OBTENCIÓN DE LAS PIEZAS
Una vez obtenida la plantilla vectorizada de las piezas, se realizan las operaciones de corte y grabado láser arriba mencionadas y cuyo resultado se muestra abajo. Las piezas blancas corresponden al cartón contracolado de 1.25 mm y las de color más oscuro al DM de 2.5 mm de espesor. Ahora, para los siguientes vehículos ya tenemos un trabajo que no es necesario repetir.
4. MONTAJE DEL BASTIDOR
Cortadas las piezas, comenzamos su montaje con el bastidor, núcleo constructivo que servirá de soporte al resto de piezas. Este chasis de la maqueta está realizado en DM de 2.5 mm y su configuración, una vez montado, lo mostramos en la fotografía inferior.
5. ENSAMBLAJE GENERAL
Obtenido el bastidor, el siguiente paso será ir conectando las diferentes piezas con los puntos de ensamblaje que les corresponden. La mayoría de las piezas exteriores están hechas de cartón contracolado de 1.25 mm, material de buena consistencia y cuya flexibilidad -dentro de ciertos límites- permite una buena adaptación a las formas deseadas. El final de esta operación se muestra en las tres imágenes de abajo; en la última de ellas se puede observar el conjunto de carrocería ya montado, con los sillones, ruedas, salpicadero y otros componentes externos que precisan un tratamiento separado antes de su colocación final. Puede comprobarse también la estructura desarrollada para el capó, destinada a su recubrimiento con papel tratado para su perfecta acomodación al volumen requerido.
6. IMPRIMACIÓN
Alcanzado este punto, toca ahora dar una capa acrílica de imprimación que cohesione bien los diferentes conjuntos de piezas y las prepare para las operaciones de pintado a realizar. Esta capa se colorea aproximadamente a la gama cromática a utilizar, a excepción de las ruedas, salpicadero y otros elementos que van directamente en negro.
7. FIN
Descrito sucintamente el proceso constructivo y para no recargar en demasía la entrada, finalizamos presentando el resultado obtenido en diferentes ángulos. Próximamente completaremos la galería fotográfica añadiendo la composición final con las figuras de los legionarios en el vehículo.
La lámina de nuestro perfil carece de maquetación alguna, aunque ofrecemos la posibilidad de personalizarla, tanto en componentes del avión (numerales, configuración, etc.) como en diseño de maquetación de lámina para necesidades específicas. Interesados
En este trabajo hemos integrando varios perfiles artísticos de factura propia de aeronaves de enseñanza e instrucción del Ejército del Aire. Concretamente y de arriba a abajo:
Beechcraft T-34 Mentor
ENAER T-35 Pillán
Beechcraft 33C Bonanza
CASA C101 Aviojet
Northrop F-5A/B Freedom Fighter
Más ilustraciones de material militar en Colección de Perfiles de Material Militar. Es esta página podrá consultar nuestras opciones y contactar con nosotros para exponernos necesidades específicas.
Fragata a hélice Blanca, realizado en óleo sobre papel.
Disponible (120€)
Adquiera el óleo.
Dentro de la serie de buques de la Armada, que dan nombre a los palos de nuestro buque escuela Juan Sebastián Elcano, presentamos el último que hemos pintado al óleo, la fragata a hélice Blanca que da nombre al primer mástil (trinquete). El cuadro pintado al óleo representa la fragata fondeada y engalanada, calentando máquinas en previsión de la partida.
Reseña histórica
La Blanca fue una fragata a hélice de la Armada Española botada en los astilleros de Ferrol el año 1859, su nombre es en honor de la reina Blanca de Navarra. Construida en madera y de propulsión mixta, carbón y vela.
Los mástiles del Juan Sebastián Elcano tienen los nombres de los barcos que le precedieron como buques escuela de la Armada Española, puedes ver las entradas del blog que hacen referencia a dichos barcos:
Hemos realizado esta pintura para recordar que las célebres Harley Davidson formaron parte del parque automovilístico de la Guardia Civil. En efecto, aunque hay poca documentación gráfica sobre el particular, existen fotografías que nos muestran guardias civiles a los lomos de estas icónicas motocicletas norteamericanas, si bien con sidecar. En nuestra pintura, a la Harley Davidson le hemos quitado el sidecar y el guardia motorista de los años cincuenta, perteneciente al Servicio de Automovilismo -recordemos que aún no existía la Agrupación de Tráfico- lleva la típica gorra de plato encarnado que llevaron durante muchos años los conductores del Cuerpo.
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El Beechcraft T-34 Mentor fue un entrenador militar básico de hélice y monomotor. Diseñado y construido en sus primeras versiones a finales de los años cuarenta, aún hoy es utilizado por algunas fuerzas aéreas. En España, el T-34A Mentor llegó al Ejército del Aire en 1958, a la Academia General del Aire, de los que llegó a tener 26 unidades con el 791 Escuadrón. Hasta 1988, año de su baja, sólo se perdió uno en un accidente y volaron en total más de 124.000 horas.
Hemos pintado un Beechcraft T-34 Mentor con su clásica fisonomía de la AGA.
Esta ilustración de militaría obra en nuestra Colección de Perfiles de Material Militar. Es esta página podrá consultar nuestras opciones y contactar con nosotros para exponernos necesidades específicas.
Aunque la aparición de organizaciones armadas para la custodia de reyes y emperadores es de origen remotísimo, las guardias de Corps, en tanto denominación específica de una fuerza militar de tropa escogida para la protección del monarca, tuvo su origen en Francia durante el reinado de Luis XII (1498-1515). No obstante, el cuerpo militar más antiguo de Europa dedicado a estos menesteres fueron los Monteros de Espinosa, de la inmortal Corona de Castilla.
La presente lámina ilustra un Guardia Real de la época de Isabel II con el brillante uniforme de Gran Gala.
Esta escena quiere recoger el espíritu y vocación original de la Guardia Civil, pues el Duque de Ahumada la concebía como una fuerza militar orientada a garantizar la seguridad de las vías terrestres de comunicaciones, infestadas de salteadores y bandoleros en aquella época fundacional. Esta misión primordial fue completándose, a medida que avanzaba el despliegue territorial del Cuerpo, con servicios de correrías por núcleos habitados y despoblados para la persecución de malhechores y llevar el orden y la ley a todos los rincones de la geografía nacional.
Así, en un escenario tortuoso e imaginario y a unos cien años de la fundación del Cuerpo, hemos recreado a una pareja de la Guardia Civil de caballería prestando su servicio peculiar, razón del nacimiento de la Benemérita.
Proceso de elaboración
Como siempre, la primera operación ha sido la realización del boceto para, a partir de aquí, ir desarrollando y contextualizando la pintura hasta tener los volúmenes y tonalidades deseadas. Después, en fases posteriores, hemos ido perfilando formas y trabajando al detalle caballos y uniformes, así como aspectos paisajísticos relativos a los primeros planos.
En la galería inferior de imágenes se expone secuencialmente -de izquierda a derecha y de arriba a abajo- el proceso creativo, desde el boceto preliminar hasta el cuadro casi finalizado.
Con esta entrada, iniciamos nuestros trabajos sobre los ejércitos extranjeros que, a lo largo de la historia y como enemigos o aliados, han combatido en suelo patrio. Ilustraremos nuestro primer trabajo de esta temática con un húsar francés del 4º regimiento con el uniforme de campaña correspondiente a los años de la Guerra de Independencia (1808-1814).
Disponible en lámina u óleo.
BREVE RESEÑA DEL 4º DE HÚSARES FRANCESES
Fueron creados en 1783 como caballería ligera de exploración, desempeñando un papel destacado en las guerras napoleónicas (1803-1815). Iban armados de sable curvo y pistola los oficiales. En el combate su principal función consistía en debilitar al enemigo con escaramuzas y cargas rápidas pero sin empeñarse en él. Sus uniformes eran coloridos y muy llamativos, con una pelliza de piel gruesa, rígida y profusamente decorada que protegía de cortes de sables y bayonetas. En España fueron vistos en diversas batallas como La Coruña o la Albuera y, dadas las difíciles características de la guerra en España, como escoltas de convoyes y suministros.
Los cruceros desprotegidos de clase María Cristina fueron una serie de tres cruceros de la Armada Española de la última década del siglo XIX. Construidos en los astilleros del El Ferrol y Cartagena entre 1891 y 1892, respondían a un concepto de buque que, si bien no era infrecuente en el resto de marinas coloniales europeas, obedecía a un patrón completamente superado, tal y como comprobarían en sus propias carnes pocos años después en Cavite y Santiago de Cuba.
Los tres buques de la serie, esto es, el Reina Cristina, el Alfonso XII y el Reina Mercedes estaban construidos en casco de acero y tenían propulsión mixta vela-vapor, aunque sus calderas dieron constantes problemas que nunca fueron superados. Ninguno de ellos prolongó sus servicios a la Armada más allá de una década, y dos de ellos, el Reina Cristina y el Reina Mercedes fueron hundidos en las aciagas jornadas de Santiago y Cavite: el primero, buque insignia de la Escuadra de Filipinas al mando del contralmirante Montojo, fue hundido en mayo de 1898 por los disparos de la marina estadounidense en la batalla de Cavite; el segundo fue hundido por su tripulación en Santiago de Cuba en julio del mismo año, para obstruir el canal de acceso a la bahía de Santiago e impedir la entrada de la escuadra del almirante Sampson; por último, el Alfonso XII, aunque estaba en La Habana no participó en la guerra hispano-norteamericana por estar en reparaciones, siendo finalmente baja en el año 1900.
Nuestra pintura naval
Hemos pintado el crucero desprotegido Reina Cristina flanqueando por estribor el Castillo del Morro de La Habana. El casco va pintado de blanco tropical, como correspondía a los buques destinados en aquellas aguas.
Proceso de elaboración
La primera operación artística ha sido la realización del boceto correspondiente a la escena a representar. A partir de aquí hemos desarrollando y contextualizando la pintura, primero en blanco y negro, hasta tener los volúmenes y tonalidades suficientemente avanzados para, después, en fases posteriores, ir aplicando color y redimensionando aspectos de la escena como el paisaje del fondo, que hemos alejado un poco para no quitar protagonismo al buque.
En la galería inferior de imágenes se expone secuencialmente -de izquierda a derecha y de arriba a abajo- el proceso creativo, desde el boceto preliminar hasta el cuadro finalizado.
Nueva Pintura militar original de nuestra colección de uniformes militares. Se trata de un trabajo de técnica digita previa a utilizarla para obras sobre soporte de madera (ver condiciones).
Disponible
La Figura
Representa un infante de marina de la Armada Española en uniforme de gala para parada. La figura está inspirada de un trabajo nuestro realizado con anterioridad y que obra en la colección Soldados de España. Para esta ocasión hemos tomado la referencia del infante de marina con el que confeccionamos la lámina correspondiente, pero cambiándolo a posición de descanso. El resultado es el mostrado en la imagen que acompaña a esta entrada.
Todas nuestros trabajos son susceptibles de ejecutarse en técnicas tradicionales (óleos o acrílicos sobre lienzo o madera, sean obras sobre uniformidad, temática naval o aeronáutica en cualquiera de sus modalidades.
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Damos entrada al uniforme que portaban los Ordenanzas de Cabrera del pretendiente Don Carlos, durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
Disponible en lámina u óleo.
BREVE RESEÑA DE LOS ORDENANZAS DE CABRERA
Como ya comentábamos en la entrada correspondiente a los Húsares de Ontoria, la caballería carlista era escasa y, salvo contadas excepciones, de poca calidad y mal equipada. Una excepción a esta regla general fueron los Ordenanzas de Cabrera.
Pertenecientes al Ejército Real de Aragón, Valencia y Murcia, los Ordenanzas de Cabrera conformaban una unidad de tropas de Estado Mayor, de entidad escuadrón y de unos 100 jinetes armados con carabina. Al ser tropas de élite portaban unos uniformes espléndidos, con casaquillas de rojo vivo y boinas verdes. Los pantalones azules con banda roja estaban reforzados por la entrepierna, para protegerlos del desgaste.
En esta ocasión rendimos tributo al crucero desprotegido Reina Mercedes con un nuevo proyecto fruto de un encargo, este trabajo nos encanta pues viene a petición de un descendiente de uno de los marineros del Reina Mercedes que combatió en la Guerra de Cuba.
Este buque, de la clase Reina Cristina, fue botado en el Arsenal de Cartagena en el año 1887 con el fin de reforzar la flota en ultramar. Durante la Guerra de Cuba, después de la salida de la Escuadra de Cervera rumbo al sacrificio, el Reina Mercedes fue hundido por su tripulación en la bocana del puerto de Santiago para impedir la entrada de la armada de los EEUU. Antes de su auto-hundimiento fue responsable, junto con el Vizcaya y el Plutón, del hundimiento del USS Merrimac que pretendía precisamente bloquear la salida de la Escuadra Española. Los marinos del USS Merrimac fueron rescatados y recibieron un trato digno y caballeresco, el que corresponde a los prisioneros de guerra y que desgraciadamente no siempre se cumple, esto parece que no pasó desapercibido en la opinión publica de los EEUU. Por lo demás dejamos para entradas futuras del blog las batallas de Cárdenas y Manzanillo.
Bocetos propuestos
Para iniciar el proyecto hemos creado una serie de bocetos con el objeto de decidir el punto de partida. Iremos actualizando esta entrada según avance el estado de la pintura. Para comenzar mostramos los bocetos iniciales, de estos elegiremos uno para continuar por esa línea.
Boceto 1
Boceto 2
Boceto 3
Boceto 4
Boceto 5
Boceto 6
Versión final
Nuestro cliente ha elegido el boceto 3, sobre el hemos realizado la versión final en óleo.
Damos entrada al uniforme que portaban los Húsares de Ontoria del pretendiente Don Carlos, durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
Disponible.
BREVE RESEÑA DE LOS HÚSARES DE ONTORIA
En general, los ejércitos carlistas adolecían de una escasa caballería, y ésta de poca calidad y mal equipada. No obstante este panorama, los dos escuadrones de Húsares de Ontoria del general Balmaseda fueron una excepción, a la que también se unió el escuadrón denominado Ordenanzas de Cabrera.
Los Húsares de Ontoria operaron como caballería ligera de lanzas y sable. En el frente de Castilla tuvieron una actuación destacada y fueron temidos de las fuerzas liberales. En 1839, tras rehusar adherirse al Convenio de Vergara, se unieron al general Cabrera, con el que combatieron en el frente del Maestrazgo hasta el final de la guerra.
Su uniforme consistía en un dolmán blanco con cordonadura roja y verde en los alamares y pelliza de piel de lobo o carnero. Su prenda de cabeza era una boina azul.
Salidad de la expedición con la Nao Victoria en primer plano, Óleo sobre tela (65x46 Cm). Obra no disponible, precio 215€ (VENDIDA)
El 10 de agosto de 1519 partieron de Sevilla cinco naos, con la cruz en la vela del trinquete y en sus mástiles la bandera del Rey de Castilla. Dejan atrás el puerto fluvial de Sevilla con sus galeras, barcazas, y botes, arremolinados en pos de la expedición. Solo su capitán Fernando de Magallanes sabe el rumbo que han de surcar una vez lleguen a mar abierto, buscaban la ruta a las islas Molucas, origen de la especiería.
Tres años después de su partida y habiendo encontrado una nueva ruta a la Molucas, tras haber circunnavegado el mundo por primera vez, llegará a España la nao Victoria, la única nave superviviente, al mando esta del ilustre Juan Sebastián Elcano.
La figura de esta entrada representa un teniente de la Guardia Civil con el uniforme de gala en formación y portando la bandera de España. Para esta ocasión, la figura la hemos dispuesto sobre un soporte de madera de caoba que incorpora un ribete dorado alrededor.
Más figuras de nuestra Colección de Uniformes Militares.
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El asesinato en 1857 de misioneros españoles y franceses en el Reino de Annam (Vietnam) provocó la intervención militar de Francia y España en dicho país. En lo que a España respecta, su contingente estaba formado por cerca de 1600 soldados al mando del coronel Carlos Palanca y su misión era apoyar la invasión francesa de Cochinchina y, por tanto, estaba subordinada a los intereses coloniales de Francia en el Extremo Oriente.
La expedición de castigo llegó a las costas del Reino de Annam en agosto de 1858, constando la fuerza española del vapor Jorge Juan, la corbeta Narváez y la goleta Constancia; la fuerza embarcada estaba constituida por un regimiento de infantería, dos compañías de cazadores, tres secciones de artillería y fuerzas auxiliares. Las operaciones combinadas se iniciaron con el ataque de la Bahía de Turana, siendo el objetivo principal la captura de Hué, la capital del reino, aunque sin conseguirlo. Después de este primer fracaso, la flota combinada conquistó Saigón en febrero de 1859, aunque hubo de sostener el cerco enemigo de la ciudad durante más de seis meses, hasta la llegada de refuerzos franceses. Finalmente, y en cuanto a la participación española se refiere, el almirante francés Page, jefe supremo de las fuerzas combinadas, ordenó la retirada de las tropas españolas no acantonadas en Saigón sin consultar al Gobierno español.
El conflicto acabó en junio de 1862, con la firma del Tratado de Paz, Amistad, Comercio e Indemnización entre Annam, España y Francia, para lustre y gloria de ésta última, que iniciaba la construcción de su imperio colonial de la Indochina francesa. Los intereses españoles apenas fueron atendidos, debiendo incluso regatearse el cobro de su parte de la indemnización.
Nuestra pintura naval
Esta pintura parte de un trabajo que realizamos para la Editorial Almena -Colección Guerreros y Batallas- e ilustra el desembarco de las tropas españolas que participaron en la expedición hispano-francesa a Cochinchina.
La conquista e incorporación del archipiélago canario a la Corona de Castilla fue un proceso largo y tenaz que duró prácticamente todo el siglo XV (1402-1496). Con una primera fase de carácter netamente señorial, las primeras exploraciones y conquistas estuvieron a cargo de nobles, inicialmente normandos y luego castellanos, que actuaban mediante concesiones de la Corona. Después, ya en 1476 y de la mano de los Reyes Católicos, la Corona de Castilla asume la iniciativa directa y exclusiva de las operaciones militares para el control de las Islas Canarias y el sometimiento de sus pobladores, empresa que culmina en 1496 con la conquista de Tenerife.
Nuestra pintura naval
Esta pintura fue un trabajo que realizamos para la Editorial Almena -Colección Guerreros y Batallas-ilustrando lo que pudo ser uno de los primeros desembarcos conquistadores en algún lugar del Archipiélago: un grupo de hombres armados desembarca de una típica nao del siglo XV dirigiéndose a tierra en un esquife bajo el pabellón de Castilla. La escena es contemplada desde el aire por unas inquietas gaviotas, curiosas pero ignorantes del acontecimiento histórico del que son testigos.