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OFERTA ARTEMILITARYNAVAL

martes, 1 de septiembre de 2015

Exposición Almirante Blas de Lezo



Este próximo mes de octubre la Asociación Blas de Lezo inaugura una exposición sobre la figura del insigne marino. Nos sentimos muy honrados pues hemos sido invitados a participar  elaborando pinturas y láminas originales para la ocasión. Todas las imágenes en esta entrada corresponden a bocetos,  están siendo elaboradas en este momento.

Estamos trabajando, entre otras, en estas obras:
  1.  Ilustración y pintura al óleo sobre el momento de la retirada de los Británicos.
  2.  Perfil de la fragata de Blas de Lezo en el apresamiento del navío Stanhope .
  3.  Mapa ilustrado del imperio Español en su máximo apogeo.
  4.  Láminas de soldados españoles que tomaron parte en la Batalla de Cartagena de Indias.

1. Ilustración y pintura al óleo sobre el momento de la retirada de los Británicos.

Retirada Británica. Tras el asedio y creyendo los británicos en los inicios del ataque que la victoria era segura, finalmente el ejercito Inglés es derrotado y su escuadra maltrecha, tanto que tras la fanfarronada de Vernon prometiendo que volvería para conquistar  Cartagena el almirante español dice aquello de "nos será con esta escuadra pues ya solo ha de servir para llevar carbón de Irlanda a Inglaterra".  En el cuadro se representa de forma idealizada, no intenta ser demasiado realista en cuanto a los detalles, un momento imaginado en  el que Don Blas de Lezo, y un abanderado, observan al Ejercito Británico embarcando en estos navíos destrozados por la batalla.

Pintura de la retirada británica de Cartagena de Indias

Entrada con los detalles del óleo Blas de Lezo contempla la victoria.

2. Perfil artístico de la fragata de Blas de Lezo en el apresamiento del navío Stanhope.

Perfil artístico de la fragata que mandaba Blas de Lezo en el conocido episodio del apresamiento del navío inglés Stanhope. Estamos tomando como referencia el cuadro que Cortellini ejecutó para representar dicha escena y que obra en el Museo Naval de Madrid. Esta será nuestra pintura de referencia:



Este es el boceto de partida para continuar con la elaboración de dicho perfil:



3. Mapa ilustrado el imperio Español en su máximo apogeo.

En el se incluyen ilustraciones de elementos relacionados con la época. En la parte alta las banderas de Portugal y la cruz de borgoña, representando a los dos reinos que permanecieron unidos entre los años 1580 y 1640. En el centro el escudo de la monarquía reinante, los Austrias.

En los laterales las columnas de Hércules y dos figuras que representan dos partes del imperio, un soldado español y un indio americano. En el centro el objeto de la obra, el mapa que integra todos los territorios que alguan vez fueron subditos de la corona.

Mapa de los territorios que alguna vez fueron eepañoles


4. Soldados españoles defensores de Cartagena de Indias frente a los ingleses.

Ilustraciones de oficiales y soldados pertenecientes a las diferentes unidades militares que guarnecían la plaza de Cartagena de Indias durante el ataque de las fuerzas británicas.

Boceto pintura de soldados en Cartagena de Indias blas de Lezo 2

Boceto pintura de soldados en Cartagena de Indias blas de Lezo 1





jueves, 6 de agosto de 2015

Arte de Ildefonso Palomares Bueno

Pinturas y modelos de nuestro amigo Ildefonso, gran apasionado de la mar y la Armada. Sirvió en la corbeta Descurbierta en su jueventud, de aquella experiencia naval nació esta gran pasión que expresa con gran sensibilidad en sus pinturas y modelos, os enseñamos a continuación una muestra de ellas.



Patrullera clase descubierta

Fragata Cristóbal Colón

Arma submarina 1

Arma Submarina 2

Diorama de la fragata  Clase F100

PINTURA NAVAL

martes, 4 de agosto de 2015

1. El Glorioso en el puerto de Veracruz



Pintura al oleo del Glorioso en la Habana


Saliendo de Veracruz

Texto: José Ramón Vallespín Gómez
A media mañana la cubierta del Glorioso hervía de actividad. El calor era ya intenso y para eso la noche apenas había sido un alivio, pero la gente estaba muy animada con la inminente partida. Por bajo de las voces de los contramaestres y el crujir de madera y jarcia con el trasiego de material, en las voces apagadas de la marinería se notaba una mezcla de alegría y ansiedad ante la perspectiva de la vuelta a la península. Cualquier travesía larga significaba un riesgo derivado de la meteorología y las enfermedades, pero si se trataba de cruzar la mar océana en tiempo de hostilidades como era el caso, había que contar con el peligro añadido de un encuentro con el enemigo, y eso ponía un punto de excitación en los ánimos de todos.
Se estaba terminando de embarcar las últimas provisiones y el agua cuando llegó el bote que anunciaba la inminente llegada del falucho que traía la carga más importante, la plata. Siguiendo las instrucciones previamente recibidas,  los oficiales dieron las instrucciones necesarias para que el embarque se hiciera de la forma más segura a la par que discreta. ¡Cuatro millones de pesos de plata amonedada! la discreción no era para menos. Don Pedro Mesía de la Cerda supervisaba todo con la lógica preocupación porque la operación se completara sin merma alguna, lo que le impedía disfrutar, como en tantas ocasiones hacía, de la satisfacción de mandar uno de los navíos de la Armada más modernos, diseño de Gaztañeta y construido en los astilleros de la misma ensenada de la Habana en la que en ese momento se encontraba fondeado. Desde cubierta podía ver toda la bahía con su lujurioso verdor caribeño, la ciudad con el campanario de la catedral como punto más reconocible y dándole aquel aire de puerto gaditano, y en el extremo de la canal el imponente fuerte de San Juan de Ulúa. Mientras estuviera a su resguardo se podía considerar protegido. A partir de allí, comenzaba la aventura.
Había dado orden previa de que en cuanto llegasen los caudales se fuera preparando el remolque por medio de los botes para aligerar todo lo posible la maniobra de salida, que quería realizar en cuanto tuviera la carga a buen recaudo y así evitar tentaciones al enemigo interior…

Sigue la historia


 

 

Pintura Naval

lunes, 27 de julio de 2015

Los buchones y el Canarias


Apoyo aeronaval en Ifni


Técnica Óleo-Digital

Disponible.

CASA 352
Buchones sobrevolando al Canarias. Ifni 1957
 
Como ya exponíamos en una entrada anterior referida al primer asalto paracaidista de la historia militar de España, el territorio de Ifni pertenecía a España desde el Tratado de Wad-Ras (1860), aunque su control efectivo se demoraría hasta 1934, con la expedición del coronel Capaz. Sin embargo, la independencia de Marruecos en 1956 marcó el comienzo del fin de la soberanía española sobre Ifni.

Constituido el estado independiente de Marruecos, comenzaron una serie de actividades armadas irregulares sobre el territorio del África Occidental Francesa que, inspiradas y propiciadas por el rey marroquí Mohamed V, se dedicaron a hostigar a las tropas francesas que guarnecían el territorio limítrofe con la parte sudoriental del nuevo Marruecos. Para ello, utilizaban como bases de sus operaciones los territorios españoles de Ifni y del Sáhara con la implícita anuencia del gobierno de España.

Esta situación pudo mantenerse precariamente en tanto las bandas armadas promarroquíes no atacaron objetivos españoles, aun cuando la pasividad y tolerancia de las autoridades españolas comprometía la posición internacional de España. Finalmente, la delicada política de compromiso del gobierno español fracasó cuando a comienzos de 1957 se produjo la inevitable agresión a un puesto español, siendo asesinados varios militares que lo guarnecían.

Como consecuencia de ello, el 27 de julio de 1957 se produjo el esperado cambio de política: el denominado Plan «Madrid», que incluía la cooperación con Francia para expulsar a las bandas armadas del Sáhara y del territorio de Ifni. Ello comportaba la organización, traslado y despliegue en el territorio continental africano de las fuerzas militares necesarias para lograr el objetivo militar propuesto. Obviamente, la proyección estratégica de las fuerzas requeridas exigían que la Armada y el Ejército del Aire se empleasen a fondo.

Para cumplir su misión, la Armada se dividió en dos agrupaciones: la Agrupación «A» la componían los cruceros Canarias, Méndez Núñez y los destructores Churruca, Gravina y José Luis Díez; y la Agrupación «B», con los cruceros Cervantes, Cervera y los destructores Miranda, Antequera, Jorge Juan y Escaño.

Respecto al Crucero Canarias -el protagonista de nuestra pintura- se dirigió a Ceuta a primeros de noviembre de 1957 para embarcar a la VI Bandera de la Legión del Tercio Duque de Alba, así como diverso material de guerra, desembarcándolos poco después en el Puerto de la Luz. Estas tropas serían posteriormente aerotransportadas hasta El Aaiún en aviones T-2 del Ejército del Aire.

Muy poco tiempo después de estas operaciones logísticas tendría lugar el ataque de las bandas al Ifni español y su capital, Sidi-Ifni. En efecto, el 23 de noviembre de 1957,unos 1.500 hombres armados atacaron diversos puestos avanzados, consiguiendo tomar algunos y cercar otros. Sin embargo, el intento de llegar a Sidi-Ifni fue repelido, sin que llegase a producirse tampoco el supuesto levantamiento de la población indígena que esperaban los atacantes.

En esta situación crítica, además del refuerzo urgente de Ifni con unidades de La Legión y paracaidistas, el Ejército del Aire envió sus aviones para bombardear allí donde los sitiadores mantuvieses cercadas a nuestras tropas, además del lanzamiento de víveres y suministros en tanto se organizaban las operaciones de rescate.

En este contexto tuvo lugar, el 7 de diciembre de 1957, la Demostración de Agadir, con el Crucero Canarias como principal protagonista, y que dejaremos para una entrada futura. Ciñéndonos a nuestra lámina, y de regreso de la Demostración, a partir del 20 de diciembre de ese mismo año, el Crucero Canarias, junto con los destructores de su agrupación, prestaron apoyo artillero a las operaciones terrestres que tenían por objeto rectificar el despliegue defensivo en torno a Sidi-Ifni. Nuevos apoyos por el fuego fueron demandados del Canarias en días sucesivos, pues se esperaban inminentes ataques de las bandas moras, de modo que las Navidades del 57 hubo de pasarlas su tripulacón, y las de los destructores acompañantes, arrojando fuego y metralla con su cañones de 203 y 120mm.

Asegurado el perímetro de Sidi-Ifni, las operaciones para expulsar a las bandas de sus bases sur-saharauis se iniciaron en febrero de 1958, con un ejército que ya disponía de suficientes medios motorizados e, incluso, acorazados. El momento culminante fueron los exitosos combates en las arenas de Sebjet Tennuaca para desalojar a un enemigo que ofreció fuerte resistencia. Durante la lucha, el Canarias permaneció frente a El Aaiún prestando apoyos artilleros y logísticos.

Por lo que a los buchones se refiere, los 15 HA-1112 enviados a la zona de operaciones fueron encuadrados, a partir de 1957, en el 71 Escuadrón Táctico. Su participación en la Guerra de Ifni comenzaría a partir del 30 de enero de 1958 desempeñando misiones de ataque a tierra con ametralladoras y cohetes Oerlikon de 80mm como los que he pintado en la ilustración. En la imagen podemos apreciar además el característico color azul que les distinguía.

Así pues, sobre la base del relato anterior, la lámina es una idealización de los apoyos aéreos y navales que prestaron a las fuerzas terrestres las unidades de la Flota, representadas por el Crucero Canarias, y el Ejército del Aire, significado aquí por cuatro de los célebres HA-1112 "Buchón" que surcaron los ardientes aires africanos del Sáhara e Ifni.

Para el desarrollo de la pintura, ver Taller de Pintura




sábado, 25 de julio de 2015

Regimiento Alcántara.- 1921


Annual: la carga del Alcántara


Técnica Digital


La carga del Alcántara
La Carga del Alcántara.- Julio de 1921

Hoy, fiesta del apóstol Santiago, patrón de España y de la Caballería Española, y dos días después de que se celebrara XIVC aniversario de los épicos hechos protagonizados por el heroico Regimiento de Caballería Alcántara el 23 de julio de 1921, recordamos en artemilitarynaval ambos acontecimientos con esta nueva entrada.

Quiso "El INFANTE -Figuras y objetos militares de colección" encabezar su página web con un homenaje a los héroes del Alcántara. Con ese objetivo nos pusimos manos a la obra y elaboramos nuestra particular visión de una de las múltiples cargas con las que tuvo que emplearse el Regimiento Alcántara durante la aciaga jornada del 23 de Julio de 1921. La dura misión encargada a los hombres del Teniente Coronel Primo de Rivera, tras la caída de Annual y el derrumbe del dispositivo militar español en la zona oriental del Protectorado de Marruecos, era constituir el escudo que protegiera a las fuerzas españolas en repliegue hacia Melilla, y ante el que se estrellarían una y otra vez las harcas fanatizadas de Abd-el-Krim.

La gloriosa efémeride que tratamos de recordar sucedió, como hemos dicho, el 23 de Julio de 1921, sin duda el día más largo en la historia del Regimiento Alcántara. El feliz cumplimiento de su misión, que evitó el completo colapso de la Comandancia General de Melilla, se hizo a costa de un sacrificio de vértigo. Los pechos bizarros que albergaban los corazones de acero de los jinetes del Alcántara, fueron la coraza impenetrable a cuya protección se encomendaron los supervivientes del desastre de Annual en su odisea hacia Melilla. Y así, para que muchos viviesen fue menester el cruento sacrificio, en el ara sagrado de la Patria, de los héroes inmortales del Regimiento Alcántara. Y a la cabeza de ellos, la limpia y legendaria figura de su jefe: el Teniente Coronel de Caballería Don Fernando Primo de Rivera y Orbaneja.

Si, porque el balance de bajas en combate del Regimiento Alcántara en esa memorable fecha arroja la sobrecogedora cifra del 80%. De los cerca de 700 hombres que alistaba el Regimiento al comenzar el día, al final de la durísima jornada de cargas, movimientos y más cargas, sólo quedaban vivos el Teniente Coronel, dos comandantes, algunos oficiales y unos setenta de tropa. El teniente coronel Primo de Rivera moriría poco después en Monte Arruit. El 31 de julio, estando en su posición defensiva observando al enemigo, una esquirla de metralla le segó el brazo derecho, obligando la gravedad de las lesiones a su amputación; trance que hubo de sufrir con entereza ejemplar el Teniente Coronel sin ningún tipo de anestesia. Tristemente, lo precario de los medios sanitarios disponibles en Monte Arruit y su difícil situación militar, hicieron que la gangrena se llevase la vida de este modelo de valentía y caballerosidad. Murió el 6 de agosto de 1921 y por su actuación durante los sucesos de Annual recibió póstumamente la Cruz Laureada de San Fernando. 


BALANCE DE BAJAS DEL ALCÁNTARA


Categoría

Inicio

Muertos

Heridos

Prisioneros

Jefes
4
3
1
-
Oficiales
30
21
4
4
Suboficiales
26
5
18
2
Clases de Tropa
617
430
2
59
Herradores
14
11
-
2
Total
691
470
25
67


CONCESIÓN DE LA LAUREADA COLECTIVA DE SAN FERNANDO


Por Resolución del Consejo de Ministros de 1 de junio de 2012 , fue concedida la Laureada Colectiva de San Fernando al Regimiento de "Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería", actual Regimiento de Caballería Acorazado "Alcántara" 10; para reconocer el heroismo derramado a raudales en el cumplimiento de la arriegada misión de proteger el repliegue de las tropas españolas desde Annual hasta el monte Arruit. Estos hechos, ocurridos entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 durante la Guerra del Rif, fueron consecuencia del descalabro sufrido por el Ejército en las posiciones de Igueriben y Annual.

¡Que el Dios de los Ejércitos les tenga eternamente en su gloria!

SOBRE LA LÁMINA


Si te gusta esta pintura, está disponible en "El INFANTE -Figuras y objetos militares de colección". Se trata de una infoacuarela original que se ofrece enmarcada, sin marcas de agua del patrocinador, y en tamaño aproximado de 50x20 cm, y realizada en papel Canson de alto gramage.


ENTRADAS EL INFANTE

  1. El Paso del Estrecho (julio-agosto 1936)
  2. Derribo aéreo sobre Sigüenza
  3. Banderas de la Guerra Civil Española
  4. La Caballería española en Cuba
  5. Uniforme Rayadillo de Cuba


sábado, 18 de julio de 2015

Tambor carlista de los Batallones de Tortosa

Colección de Uniformes Militares


Guerras carlistas. Figura 27


Continuamos ilustrando láminas militares sobre los ejércitos carlistas dando entrada al uniforme que portaban los tambores de los Batallones de Tortosa, unidades del pretendiente Don Carlos que operaban en la zona del Maestrazgo durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840).

Tambor batallones de Tortosa
Disponible.

BREVE RESEÑA DE LOS BATALLONES DE TORTOSA

Los Batallones de Tortosa formaban parte del Ejército Real de Aragón, las tropas carlistas que, bajo el mando del famoso general Cabrera, operaron durante la Primera Guerra Carlista en el levante y oriente peninsular. El centro de mando del "Tigre del Maestrazgo", como era conocido Don Ramón Cabrera y Griñó, se situó en la localidad turolense de Cantavieja, en el mismísimo corazón de la comarca del Maestrazgo.

Los Batallones de Tortosa, una respetable fuerza de unos 3.000 hombres, constituían lo más selecto del ejército de Cabrera y se integraban en la 1ª Brigada de la División Auxiliar de dicho general. Su acción de guerra más conocida fue la Batalla de Maella (Zaragoza), donde las armas carlistas del "Tigre del Maestrazgo" lograron, el 1 de octubre de 1838, una importante victoria sobre una de las mejores unidades del ejército isabelino: la division "Ramillete" del general Ramón Pardiñas, que tributó con su muerte la derrota frente a Cabrera.

La figura representa al tambor que existía en cada unidad tipo compañía. Va tocado con la boina blanca característica de las tropas carlistas de Aragón y cuya borla, por medio del color, era el distintivo identificativo de unidad. Otro aspecto singular de esta vestimenta eran los galones en ángulo de Casa Real que llevaban en las mangas. El tambor muestra la calavera con las tibias cruzadas sobre fondo negro que abanderaban los Batallones de Tortosa del "Tigre del Maestrazgo"




Más figuras de nuestra Colección de Uniformes Militares.
Si desea contactar con nosotros para exponernos necesidades específicas



lunes, 13 de julio de 2015

Ejército español en Cuba

Colección de Uniformes Militares


Infantería Española. Figura 26


Teniente coronel de Infantería. Cuba 1890
  Disponible en lámina o Cuadro.

El rayadillo constituyó una de las estampas más representativas de la milicia española durante la segunda mitad del siglo XIX, especialmente identificativa de las tropas que aseguraban la soberanía de España sobre sus posesiones de Ultramar. Por esta razón, El INFANTE ha querido ilustrar con una obra original tan emblemático atuendo militar. A tal efecto nos encargó la pintura de un Teniente Coronel de Infantería con el característico uniforme tropical que portaban las tropas destacadas en Cuba, en la época inmediatamente anterior al Desastre del 98.

El rayadillo, o uniforme de tela blanca confeccionada en hilo listado de color azul, comenzó a utilizarse reglamentariamente en Cuba desde febrero de 1856. Poco después, en 1860, volvieron a regularse nuevas disposiciones sobre uniformidad de campaña en esta isla tropical, estableciéndose su composición a base de blusa, pantalón y polainas de "coleta azul", es decir, tela con listas azules y blancas cuya separación fue reduciéndose progresivamente hasta acabar en el mil rayas o rayadillo. Sin embargo, el típico sombrero de palma es, reglamentariamente hablando, ligeramente anterior al rayadillo, pues el "Jipijapa" fue aprobado formalmente como prenda de cabeza para las tropas españolas de Cuba en enero de 1855. Conviene decir que el llamado "Jipijapa" es un sombrero Panamá que debe su nombre a la ciudad ecuatoriana de la que es originario. Para tocar los uniformes rayadillos, el "jipijapa" iba adornado con una escarapela rojigualda y las divisas de empleo.

En 1876, y con el fin de unificar la abigarrada y heterogénea vestimenta de oficiales y tropa, se decide reglamentar un solo diseño para diario y campaña y para todas las unidades: la blusa sería listada, el pantalón color tierra y como sombrero se usaría el "jipijapa". Sólo a partir de la nueva reglamentación de 1880, el pantalón será también listado y con ello, la totalidad de las prendas reglamentarias del Ejército de Cuba y Puerto Rico.

Como antes se ha dicho, la figura representa a un Teniente Coronel de Infantería, razón por la cual lleva las bocamangas de color rojo con las divisas de su empleo en dorado; calza botas de montar y va tocado con el “Jipijapa”, aunque la escarapela rojigualda del sombrero no es visible en la figura; porta asimismo la guerrera-blusa con 6 botones y cuello vuelto de la misma tela con emblema de Unidad. Por último, lleva en el cuello una gola, recuerdo simbólico de las antiguas armaduras y que se llevaba como distintivo de prestación de servicio de armas.

Esta ilustración, como todas las que obran en nuestra Colección de ilustraciones de uniformología militar se pueden adquirir con o sin personalización (cara, emblemas, fantasias, dedicatorias, etc). Consulta nuestra lista de precios.



ENTRADAS EL INFANTE

  1. El Paso del Estrecho (julio-agosto 1936)
  2. Derribo aéreo sobre Sigüenza
  3. Banderas de la Guerra Civil Española
  4. La Caballería española en Cuba


Más figuras de nuestra Colección de Uniformes Militares.
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