-->

Menú

Para realizar pedidos o solicitar información contacte con nosotros en: artemilitarynaval@gmail.com

oferta

OFERTA ARTEMILITARYNAVAL

martes, 21 de febrero de 2017

Perfiles aviación española


Aeronaves militares de España

Las presentes ilustraciones corresponden, de arriba a abajo, a un Mirage F-1 del Ala 14 (Albacete) y a un F-18 del Ala 15 (Zaragoza). Aunque de ambos aviones ya habíamos tratado en sendas entradas de este blog, los esquemas de pintura que presentamos son reelaboraciones para adaptar esos trabajos previos a la sugerencia de uno de nuestros seguidores. Estas nuevas láminas se incorporan así a nuestra

OFERTA DE PERFILES DE AERONAVES MILITARES DE ESPAÑA.







martes, 14 de febrero de 2017

La expedición Penobscot



öleo batalla naval Expedición Penopscot
Óleo sobre papel (50x23 Cm)


En junio de 1779, mediada la guerra de la revolución americana, los británicos desembarcaron en la península de Majabigaduwce en la desembocadura del río Penobscot (actual estado de Maine) y comenzaron a establecer una posición fortificada desde la que proteger el comercio y la población local leal a la Corona. Como reacción, los rebeldes enviaron desde Boston una fuerza expedicionaria con órdenes de “capturar, matar o destruir” al enemigo, formada por unas 44 naves (19 buques de guerra y 25 de apoyo), más de 1000 infantes de marina y milicianos, y unos 100 artilleros. Durante tres semanas se prolongó un duro asedio naval y terrestre que, pese a su superioridad, desembocó en una estrepitosa derrota del bando rebelde, perdiendo todas sus naves y la mitad de sus tropas. Hoy en día la expedición Penobscot, poco conocida para el gran público, se recuerda como el mayor desastre naval de los Estados Unidos hasta Pearl Harbor, 162 años más tarde en 1941.

El enfrentamiento

El 17 de junio de 1779 el general de brigada Francis McLean desembarcó y ocupó la península de Majabigwaduce (hoy Castine) al mando de unos 700 efectivos y comenzó la construcción del fuerte George en el centro de la pequeña península como plaza fuerte para proteger toda la zona. Ante los rumores de la llegada de la expedición rebelde, se preparó para el asedio y dispuso de manera eficaz sus baterías en tierra y las tres únicas balandras de guerra con las que contaba amarradas en un pequeño puerto, de manera que las posiciones se protegían entre sí.
La expedición rebelde llegó a finales de julio, intentando infructuosamente asediar el inacabado fuerte en una serie de acciones que fracasaron debido principalmente a la desastrosa coordinación de sus fuerzas. Los generales Solomon Lowell y Peleg Wadsworth lideraban las fuerzas terrestres, mientras que el jefe de toda la expedición y de la fuerza naval era el comodoro Dudley Saltonstall, posteriormente despedido de la Marina Continental por “ineptitud y fracaso en la persecución eficaz del cumplimiento de la misión”.
El general escocés McLean consiguió mantener a raya a los rebeldes gracias a una fuerza más profesional, mejor adiestrada y, sobre todo, mejor dirigida en sus acciones por un mando competente y una coordinación eficaz de las fuerzas terrestres y navales, comandadas estas últimas por el capitán Henry Mowat. Mientras tanto en el otro bando, increíblemente las acciones militares se debatían y se tomaban decisiones por votación. Los intentos de asedio se prolongaron durante tres semanas apenas consiguiendo causar bajas o pérdidas en las posiciones británicas. No sucedió así en los efectivos rebeldes quienes sufrieron bajas significativas, sobre todo por parte de los marines coloniales que intentaron asaltos valerosos pero fallidos por un apoyo pobre o inexistente de la artillería y la fuerza naval. Particularmente vergonzosa fue la actuación del coronel jefe de la artillería rebelde Paul Revere, posteriormente juzgado por incompetencia y cobardía.
El 13 de agosto de 1779 llegó una flotilla británica de relevo desde Nueva York, compuesta por diez buques de guerra al mando del comodoro George Collier quien inmediatamente atacó a la
flota rebelde. Durante los dos días siguientes la flota norteamericana huyó desordenadamente corriente arriba del río Penobscot hostigada por Collier. Finalmente se produjo el desastre, algunos barcos fueron capturados o hundidos por los británicos y el resto quemados por sus propias tripulaciones, que desembarcaron y se dispersaron por la ribera del río en caótica retirada viéndose obligados a huir a pie e intentar llegar a Boston prácticamente sin municiones ni comida.
Todo el episodio bélico se saldó con unas pérdidas totales por parte del bando británico de sólo 25 muertos, 35 heridos y 26 hombres apresados, mientras que las bajas rebeldes ascendieron a un total de 474 entre muertos, heridos, apresados y desaparecidos, junto con la pérdida de la totalidad de la flota.

Consecuencias

En septiembre de 1779 una comisión de investigación culpó del fracaso estadounidense a una mala coordinación entre las fuerzas navales y terrestres. El general Solomon Lowell fue exonerado de los cargos mientras que el comodoro Saltonstall, declarado culpable de no enfrentarse a las fuerzas navales británicas, fue expulsado de la Marina Continental. El coronel Paul Revere fue acusado de desobediencia y cobardía, dando lugar a su despido de la milicia, aunque posteriormente fue absuelto de los cargos. El general Peleg Wadsworth, quién mitigó el daño organizando la retirada, no fue acusado por el tribunal militar.
El fuerte George y la desembocadura del río Penobscot permanecieron en manos británicas hasta el final de la guerra y únicamente fue evacuado bajo los acuerdos de la Paz de París en 1783. Aun así los británicos volvieron a ocuparlo durante la Guerra de 1812. El veterano general escocés Francis McLean murió de enfermedad en Halifax (Nueva Escocia) en 1781.

Personajes históricos

De todos los que protagonizaron este episodio dos hombres serán, con mucho, los más recordados por la Historia aunque por razones diferentes a su contribución en esta batalla.
El Coronel rebelde Paul Revere, pese a ser considerado por sus contemporáneos como incompetente y cobarde, fue convertido un siglo después en héroe patriótico de la revolución americana. El poeta Henry Wadsworth Longfellow publicó en 1860 el poema épico “Paul Revere's Ride" que retrata con muchos errores históricos un hecho anterior al que nos ocupa: la cabalgada nocturna de un grupo de patriotas para avisar del ataque por mar de los británicos en varias poblaciones de Massachusetts, otorgando únicamente el mérito a Paul Revere, sólo uno más entre los que participaron en la acción.
En el otro lado, el joven teniente escocés John Moore al mando de sus highlanders recibió aquí su bautismo de fuego participando en el rechazo de los intentos de desembarco rebeldes. Moore, ya con el empleo de teniente general, murió y fue enterrado en La Coruña en 1809, durante nuestra guerra de Independencia. También fue inmortalizado por un poema, "The Burial of Sir John Moore after Corunna" del irlandés Charles Wolfe. Moore fue un militar brillante recordado entre otras cosas por contribuir a crear la infantería ligera que con éxito utilizaron los británicos en las guerras napoleónicas. Algunos autores conjeturan que el color verde de los regimientos de fusileros de élite británicos, en contraste con las clásicas casacas rojas, fue inspirado por el uniforme de los marines coloniales a los que se enfrentó Moore en los bosques de Majabigaduwce.

Autor: Pablo Cayetano Garrido

Para saber más:

“El fuerte (capturar, matar o destruir)”, Bernard Cornwell, Edhasa, 2012.


miércoles, 18 de enero de 2017

La Batalla de Zalaca (1086)

Edad Media española


Ilustración para portada publicación Ediciones Almena

Sagrajas
Bibliografía relacionada

Caballeros castellanos en el campo de Sagrajas
PINTURAS AL ÓLEO: Tamaño: A partir de 46 x 38 cm; Soporte: Tabla entelada; Precio: Desde 150 Euros + gastos de envío.
  • REPRODUCCIONES Y LÁMINAS: Tamaños: Desde A3 en adelante (normalizados o personalizados); Soportes: Papel, cartón pluma, lienzos con o sin bastidor, tabla entelada, vinilo, etc.; Precio: Desde 10 Euros + gastos de envío.
  • Contacte con nosotros:

La batalla de Zalaca

La Batalla de Zalaca -o Sagrajas- fue librada en las proximidades de Badajoz el 23 de octubre de 1086, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Yusuf ibn Tasufin. El resultado de la lucha, con numerosas bajas en las filas de ambos contendientes, fue contrario a las armas cristianas. En este encuentro, aunque el rey y la mayoría de la nobleza combatiente sobrevivió y apenas hubo pérdidas territoriales, la potencia militar cristiana sufrió un gran quebranto que tardaría tiempo en recuperar. Por su lado y pese al triunfo, las huestes musulmanas recibieron también un importante castigo, contándose entre sus muertos al popular imán cordobés Abu-l-Abbas Ahmad ibn Rumayla. Por lo demás, Yusuf hubo de regresar a África por la muerte de su heredero y no pudo explotar convenientemente la derrota de los ejércitos cristianos.

Aunque la Batalla Sagrajas fue un enfrentamiento relativamente menor, sus consecuencias estratégicas y a largo plazo fueron decisivas. El efecto mediato más trascendental para el futuro sería la unificación del Al-Andalus bajo la égida Almorávide primero y Almohade después. Ello comportaría la presencia en la Península Ibérica de fuertes poderes políticos musulmanes de origen norteafricano que ralentizarían sensiblemente el ritmo de la Reconquista emprendida por los reinos cristianos allá por el siglo VIII.

Nuestra Pintura

La pintura que acompaña esta entrada -y que ha servido de portada para el nº 115 de la colección Guerreros y Batallas de la Ed. Almena- escenifica un momento de descanso de las huestes cristianas que se enfrentaron al poder almorávide en 1086. Este contexto de quietud sirve para describir gráficamente la indumentaria militar que portaban los componentes de los ejércitos cristianos peninsulares en el último cuarto del siglo XI. La documentación utilizada ha sido suministrada por la editorial y ha estado supervisada por el autor de al interesante monografía sobre la Batalla de Zalaca D. José María González Lanzarote.




lunes, 16 de enero de 2017

OFERTA AERONAVES MILITARES ESPAÑOLAS

PERFILES ARTÍSTICOS DE AERONAVES MILITARES DE ESPAÑA


Adquiera nuestras láminas sobre material aéreo de los ejércitos españoles.

Esquema lámina
  • COLECCIÓN: 19 unidades; VER LÁMINAS
  • PRECIO: 50 euros;
  • TAMAÑO Láminas:  40 x 20 cm
  • SOPORTE: Papel alto gramaje (300 gr /m2)
  • PERSONALIZACIÓN: Solicite Información

La colección incluye guarda-láminas

¡Contacte con nosotros!:
OFERTA PERFILES BLINDADOS
COLECCIÓN BLAS DE LEZO



LÁMINAS DE LA COLECCIÓN DE AERONAVES






sábado, 14 de enero de 2017

Hispano Aviación HA-200 Saeta

El ataque de los Saetas


Ilustración preparatoria para óleo

HA 200 saeta
Un grupo de HA-200 "saeta" se prepara para un ataque a tierra
Ilustración para pinturas al óleo exclusivas con las siguientes finalidades:
  • PINTURAS AL ÓLEO: Tamaño: A partir de 46 x 38 cm; Soporte: Tabla entelada; Precio: Desde 150 Euros + gastos de envío.
  • REPRODUCCIONES Y LÁMINAS: Tamaños: Desde A3 en adelante (normalizados o personalizados); Soportes: Papel, cartón pluma, lienzos con o sin bastidor, tabla entelada, vinilo, etc.; Precio: Desde 10 Euros + gastos de envío.
  • Contacte con nosotros:

El Hispano Aviación HA 200 Saeta

El Hispano Aviación HA-200 fue el primer avión a reacción fabricado en España. El Saeta, nombre con el que sería conocido este singular aparato de propulsión a chorro, fue posible gracias al legendario ingeniero aeronáutico alemán Willy Messerschmitt que, en 1951, ofreció al gobierno español un proyecto para la producción en España de un moderno reactor de gran fiabilidad y bajo coste de fabricación.

Tras diversas dudas derivadas de las limitaciones de la industria aeronáutica española de aquel entonces y las estrecheces económicas imperantes, el gobierno accedió finalmente al desafío tecnológico de Messerschmitt, si bien las presiones políticas internacionales obligaron a modificar la naturaleza inicial del proyecto hacia un entrenador biplaza avanzado de carácter subsónico.

Tras muchas peripecias y una construcción casi artesanal, el prototipo del HA 200 realizó su primer vuelo el 12 de agosto de 1955, demostrando unas cualidades de vuelo que, por extraordinarias, sorprendieron a propios y extraños. Así, y como antes dijimos, el Saeta se convirtió en el primer avión de reacción construido por la industria aeronáutica española, siendo adquirido por el Ejército del Aire de España y por las Fuerzas Aéreas Egipcias. El HA 200 también tuvo la versión monoplaza de ataque al suelo el HA-220 Super Saeta, resultado de la modificación de 25 saetas ya existentes. Algunos de estos aparatos fueron equipados con cámaras para reconocimiento fotográfico. En nuestro Ejército del Aire sirvieron 117 ejemplares de ambas versiones y se mantuvo en servicio hasta 1981.

La vida operativa del HA-200 Saeta no estuvo centrada solamente en tareas de entrenamiento avanzado, pues las crisis del Sáhara obligó a emplearlo como plataforma de ataque ligero. Ello fue debido a que las cláusulas de adquisición de armamento estadounidense prohibía utilizar los Sabres F-86 o Northrop F-5 en los conflictos de Marruecos y el Sáhara. Así las cosas, durante el conflicto saharaui, los HA 200 del Ejército del Aire español fueron empeñados en la lucha contra la insurgencia independentista del Frente Polisario. Allí, en los soleados cielos africanos, los saetas se revelaron como excelentes aeronaves ataque al suelo, demostrando muy buenas capacidades para destruir objetivos terrestres con gran precisión, como pusieron de manifiesto repetidas veces los aparatos asignados al 462 Escuadrón con base en Gando (Canarias). Como ejemplo de una de estas misiones, a finales de 1974 varios saetas se lanzaron como halcones hambrientos contra guerrilleros polisarios atrincherados al abrigo de unas oquedades rocosas. Los infortunados palomos saharauis fueron víctimas de la mortífera precisión de los saetas españoles, cuyos cohetes hicieron blanco repetidas veces sobre las estrechas bocas de las grutas que creían inexpugnables.

Nuestra Pintura

La pintura que acompaña esta entrada escenifica la aproximación de varios HA 200 Saeta del Ejército del Aire español hacia sus objetivos terrestres. Se disponen a atacar posiciones de la insurgencia independentista que se protegen en oquedades naturales del territorio saharaui. Las aeronaves van poderosamente armadas con lanzacohetes y ametralladoras para batir a un enemigo escurridizo que sabe ocultarse bien en un terreno agreste y difícil. El esquema de camuflaje corresponde al que llevaban los saeta destacados en Villa Cisneros a principios de los setenta del siglo pasado.


Páginas relacionadas




martes, 10 de enero de 2017

OFERTA BLINDADOS DE ESPAÑA

PERFILES ARTÍSTICOS DE BLINDADOS DE ESPAÑA


Adquiera nuestras láminas sobre material blindado de los ejércitos españoles.

Esquema lámina

La colección incluye carpeta guarda-láminas

¡Contacte con nosotros!:



LÁMINAS DE LA COLECCIÓN DE BLINDADOS

PEGASO BMR600 M! Leopardo 2E AMX-30 Roland
Obús ATP M-109 Obús ATP M-109 M60 VLPD 26/70
ASCOD PIZARRO TOA PEGASO VEC

M-47 VOLVER




sábado, 7 de enero de 2017

The Protected Cruiser Vizcaya

TRANSLATE

The Penultimate Periplus of the Vizcaya


Preparatory work for oil painting


Crucero Vizcaya
The Vizcaya cruiser leaves New York. May 1898
Preparatory work for oil painting exclusive for the following objectives:
  • OIL PAINTINGS: Size: From 46 x 38 cm; Price: From 200 Euros + shipping costs.
  • ILLUSTRATIONS: Sizes: From A3 onwards (standard or personalized); Material base: Paper, fabric, vinyl, etc. Price: From 10 Euros + shipping costs.
  • Contact us:

The Cruiser Vizcaya

Translation by: Eugenia Moreno (eumorol@gmail.com)


The Vizcaya Cruise was sent, by the Spanish government, to the city of New York in response to the visit perpetrated by the Maine, a North American armoured vessel. The latter had previously sailed to La Habana in January 1898 having given no warning, and, therefore, opposing the most elementary diplomatic practices and naval courtesies that, at the time, were very important.

It was a truly uncomfortable and dangerous mission, as the Spanish vessel arrived to New York on February 19th, 1898; only four days after the Maine had been blown up. Thereby, a difficult situation aroused due to the sinking of the Maine at the port of La Habana, which forced the Vizcaya to dock at State Island and adopt extreme security measures.

Nevertheless, in over a week, the Vizcaya abandoned the Port of New York to incorporate itself in Cape Verde and hence join the Squadron of Admiral Cervera. From there, and following governmental instructions, it sailed to the Antilles with the rest of its unfortunate iron and wooden brothers. However, the journey came to an end, as finally, on the 3rd of April 1898, the Vizcaya navigated for the last time. On this date of infamous memory, the US fleet commanded by Admiral Sampson, provoked an enormous hailstorm of Howitzers and missiles; having been burnt down, with no leader and amid terrible explosions, the Vizcaya ran aground 15 miles west from Santiago de Cuba.

OUR ILLUSTRATION

Our military illustration attempts to represent, with the pertinent artistic licenses, the Vizcaya’s exit from the Port of New York, which exhibits its recently-released Statue of Liberty (1886). Ironically, the country the Spanish cruiser courteously visited, would be the one to sink it sometime after a month, in the unlucky naval combat at Santiago de Cuba.