Trabajo artístico original realizado con la técnica de pirograbado sobre tabla de abedul. El dibujo así obtenido es tratado posteriormente mediante la aplicación de pinturas y tintes para madera. Al final, la pieza se barniza para darle un acabado ligeramente satinado y protegerla de arañazos y pequeñas erosiones superficiales.
Disponible (precio según tamaño).
San Jorge
Jorge de Capadocia fue un soldado romano, mártir y santo, que vivió entre finales del siglo III y principios de IV. En la Edad Media fue uno de los santos más venerados y su patrocinio abarca diversos países y ciudades europeas; en España es patrón de Aragón, Cataluña, Cáceres, Alcoy, además de muchas ciudades y villas como Cáceres o Alcoy.
En nuestra obra, hemos ataviado al santo de armadura y enjaezado al caballo según usanza medieval. A los pies del caballo, el dragón -símbolo del mal y del pecado- se retuerce derrotado en estertores de muerte tras ser atravesado certeramente por la lanza de San Jorge.
La figura paso a paso
1. Esbozo general del la obra realizado a lápiz sobre papel. Tras algunos tanteos iniciales se llega a lo que será el diseño definitivo que servirá de guía y referencia para los trabajos posteriores.
2. El dibujo anterior es llevado a una plancha de madera de abedul mediante la técnica del pirograbado. En la imagen se han aplicado las primeras aproximaciones volumétricas mediante el tintado sepia de las áreas destinadas al sombreado
3. Realizada la operación anterior se aplican los colores convenientes a las diferentes zonas de la madera, enfatizando la tridimensionalidad allí donde interesa. Las zonas claras (capa del caballo, etc.,) se dejan con la madera en su color natural
4. Una vez coloreadas las figuras, se aplica un negro opaco y cubriente de base acrílica para destacar la escena y lograr los fuertes contrastes con el fondo que den atractivo a las figuras. Se han reservado algunas zonas sin pintar para aplicar posteriormente pinturas metalizadas.
5. En las reservas mencionadas anteriormente, se aplican pinturas y ceras metalizadas para destacar el aura y la armadura del santo, además de otros elementos del caballo, distinguiendo dorados de grises metalizados. Los bordes serán también dorados para rematar la vistosidad de la obra.
6. Finalmente, se aplican sombras y puntos de luz para resaltar los componentes metálicos de la escena, especialmente en lo concerniente a la armadura. Para acabar, se protege la pieza con barniz satinado y se le añade al reverso una lámina aterciopelada que cubre la madera por la parte de atrás.
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