Continuando con la elaboración de ilustraciones originales sobre la evolución histórica de la uniformología militar, damos entrada a una lámina del vistoso uniforme que portaron los Húsares de la Princesa en su época fundacional.
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RESEÑA DE LOS HÚSARES DE LA PRINCESA
Aunque la entrada de este blog referida al uniforme de esta Unidad en 1864 ya da noticia histórica del Regimiento, recordaremos sucintamente que los Húsares de la Princesa fueron creados en 1833, y que su nombre fundacional era el de Regimiento de Húsares de la Princesa Isabel María Luisa, futura Isabel II. Inicialmente su cometido principal fue el de escolta de honor de la Princesa de Asturias. Sin embargo, la Primera Guerra Carlista (1833-1840) les obligó a prestar servicio como unidad de caballería en campaña, destacando especialmente en las acciones de Orduña (1836), Peñacerrada (1838) y, sobretodo, en la carga de Villarrobledo, en septiembre de 1836, donde los húsares de la Princesa de Diego de León obligaron al general carlista Miguel Gómez a desalojar esta villa y, debido al quebranto sufrido en sus fuerzas, a desistir de cualquier iniciativa estratégica sobre Madrid. Estos tres combates serían merecedores, cada uno de ellos, de las correspondientes corbatas de la Real y Militar Orden de San Fernando para su estandarte. Al acabar la guerra el Regimiento sería disuelto momentáneamente, pues en 1855 reaparece nuevamente para volver a primera línea de fuego en las Campañas de Marruecos (1859–1860), donde reverdecería laureles en los Castillejos, Tetuán y Wad-Ras. Más conflictos y nuevas guerras serían ocasión para que el Instituto demostrase sus cualidades guerreras, como hicieron cumplidamente en la a Tercera Guerra Carlista, las campañas de Cuba o las nuevas guerras en Marruecos.
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Como ya es sabido, este Blog de pintura militar quiere ilustrar la evolución histórica de la uniformología militar -española y extranjera- mediante el aporte de trabajos originales.
Siguiendo pues con esta idea básica, presentamos una lámina militar correspondiente al uniforme del Regimiento "2º de Ligeros", denominación del "Pavia" durante los años 1824-1844. La dilatada historia de esta emblemática unidad de la caballería española nos anima a confeccionar una lámina sobre su uniformidad, en particular la correspondiente a los años en que los avatares politicos le hicieron perder su nombre pero no su espíritu, pues la I Guerra Carlista le proporcionó la ocasión para demostrar su valor y valentía en las acciones de Alcaudete, Novaliches y, especialmente, Cheste, en la que ganó la Corbata de San Fernando al cargar uno de sus escuadrones contra un convoy carlista fuertemente protegido.
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RESEÑA DEL REGIMIENTO
Creado como unidad de Caballería Ligera, el 1 de Mayo de 1684 arranca la gloriosa historia del Regimiento de Caballería Pavía. En efecto, en esa memorable fecha, el Gobernador General de los Estados de Milán manda organizar una fuerza de caballería compuesta por cinco compañías de jinetes croata. Apenas un año después, al aumentar a doce sus compañías montadas, pasó a constituirse en el Tercio de Dragones Arcabuceros del Conde de Scheldon. Tras guerrear en Italia y Francia al servicio de la Corona española, la Guerra de Sucesión española obliga al Tercio a combatir en España, hasta que la victoria borbónica lo reorganiza como Regimiento de Dragones Pavía.
Pese a los laureles victoriosos cosechados por el invencible Regimiento durante el siglo XVIII y principios del XIX, la Guerra de Independencia y la aguda inestabilidad política resultante de este conflicto, en 1824 el Pavía desaparece de la nómina de Regimientos de Caballería, siendo su denominación a partir de entonces y hasta 1844, fecha en la que recupera su denominación tradicional, “2º de Ligeros” o “León”. Durante este tiempo, el rebautizado "2º de Ligeros" mantiene vivo el espíritu originario y logra una Laureada en 1838. Recuperada en 1844 su denominación tradicional, la unidad es metamorfoseada varias veces hasta que en 1859 se convierte en regimiento de húsares, organización que mantuvo hasta 1931, año en el que la reforma Azaña lo fusuiona con el de la Princesa y Cazadores de María Cristina, formándose así el 3º Regimiento de Cazadores, perteneciente a la 1ª Brigada de la División de Caballería. En 1935, el regimiento así formado pasa a denominarse Villarrobledo, nombre con el que combate en la Guerra Civil.
Cual Ave Fénix, en 1944 el Pavía reaparece en Aranjuez como Regimiento de Dragones, sólo que ahora las monturas cambian radicalmente de fisonomía: los caballos son sustituidos por medios mecanizados y, tras los acuerdos con los Estados Unidos de principios de los cincuenta del siglo XX, el Regimiento comienza a incorporar los primeros carros de combate, concretamente los M-24, con los que se organiza un Grupo de Escuadrones Mixto al que se le ve combatir eficazmente en Ifni entre 1957 y 1958, a pesar de la penuria de medios. En 1965 el Pavía se transforma, dentro del su encuadramiento en la Brigada de Caballería "Jarama", en un Regimiento Acorazado, con dos Escuadrones de Carros Medios, uno Ligero Acorazado y uno Mecanizado.
El plan "META" de 1986 integra al Pavia, ahora con dos grupos acorazados, en la Brigada de Caballería “Castillejos” II. Para esta etapa dispondrá de AMX-30EM2, misiles Milán y blindados BMR, solo que abandona Aranjuez para trasladarse a Zaragoza, donde el plan "NORTE" reduce su orgánica a sólo cinco escuadrones: tres de Carros, uno Mecanizado y el de Plana Mayor. A finales del año 2001 los AMX-30EM2 son sustituidos por los M-60, lo que culmina el proceso paulatino de transformación del Pavía en una unidad de caballería pesada.
Esta entrada representa a un sargento de un regimiento de Infantería de línea de 1874 en uniforme de campaña. Eran los duros años de la década de los setenta del siglo XIX, caracterizados en su primer lustro por una grave crisis política e institucional. Tiempos de rebrotes carlistas, de huidas de un rey imposible, de las tragicomedias cantonalistas subsiguientes a la descomposición republicana. Tiempos, en fin, de revolución y anarquía; años de plomo en los que el Ejército hubo de emplearse a fondo como "ultima ratio legis" para rescatar de su locura a una nación en trance de colapso definitivo.
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Aunque la aparición de organizaciones armadas para la custodia de reyes y emperadores es de origen remotísimo, las guardias de Corps, en tanto denominación específica de una fuerza militar de tropa escogida para la protección del monarca, tuvo su origen en Francia durante el reinado de Luis XII (1498-1515). No obstante, el cuerpo militar más antiguo de Europa dedicado a estos menesteres fueron los Monteros de Espinosa, de la inmortal Corona de Castilla.
La presente lámina ilustra un Guardia de Corps flanqueador de la época de Fernando VII. Ataviados con brillantes uniformes, los flanqueadores constituían una fuerza de Caballería ligera, equipada con sable curvo,
pareja de pistolas y tercerola.
Guardia Civil de caballería en uniforme de servicio.-1856
Siguiendo con una de las finalidades de este Blog de pintura militar, de ilustrar la evolución histórica de los uniformes militares españoles y extranjeros, damos entrada a una nueva lámina sobre uniformología. Así, la pintura que se muestra abajo corresponde al primer cambio experimentado en los uniformes de la Guardia Civil.
También de caballería, como la última entrada referida a este tema, puede verse cómo el diseño de las prendas de servicio, aún cuando seguían destacando por su marcialidad, elegancia y apostura, comienzan a evolucionar hacia atuendos más funcionales y simples. Sin embargo, todavía se mantiene el sombrero en su concepción original y el corte tipo levita de la época fundacional, aunque ahora con una sola hilera de botones.
Como ya se dijo, estas láminas pueden personalizarse para atender necesidades específicas; estos trabajos a medida suelen gustar a quien los recibe y resuelven compromisos de modo muy satisfactorio. Para contactar con nosotros, puede utilizar el correo electrónico visible en esta página.
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Guardia Civil de caballería en uniforme de servicio.-1844
Como ya se dijo en entradas anteriores, este Blog de pintura militar quiere ilustrar la evolución histórica de los uniformes militares españoles y extranjeros.
Así, siguiendo con esta idea, la presente entrada corresponde al uniforme que los guardias civiles de caballería vestían para su servicio ordinario en la época fundacional de la Benemérita. Como puede verse, el diseño de estas prendas y uniformes destacaban por su marcialidad, elegancia y apostura, emanando, casi por sí solas, la autoridad y respeto que debían aureolar a los miembros del recién creado Cuerpo de la Guardia Civil.
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Guardia Civil en uniforme de Gala para verano.-1844
Como ya se dijo en entradas anteriores, este Blog de pintura militar quiere ilustrar la evolución histórica de los uniformes militares españoles y extranjeros.
Así, siguiendo con esta idea, esta entrada representa el uniforme de Gala para verano correspondiente a la época fundacional de la Guardia Civil, allá por el lejano 1844. Desde el principio, fue especial preocupación del Duque de Ahumada la vestimenta que habrían de llevar sus guardia civiles, y a fe mía que logró una serie de brillantes uniformes que, casi por sí solos, imponían autoridad y respeto.
La lámina inferior responde a una personalización del dibujo original, dispuesto en primer lugar. Para ello se ha sustituido el rostro de la figura superior por el retrato de un auténtico y noble guardia civil de nuestros días, el Teniente Coronel J. Montes, que gentilmente ha autorizado al autor a mostrar en este Blog el resultado de la operación artística. Estos trabajos a medida suelen gustar a quien los recibe y resuelven compromisos de modo muy satisfactorio.
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En origen el regimiento de húsares de la princesa fue creado, en 1833, para la guardia de la reina Isabel II, Sin embargo el comienzo de las guerras carlistas hace que entren en
combate el mismo año de su fundación, cambiando así la misión de custodia de la reina para la que fue creado.
Su bautismo de fuego fue en la Primera Guerra Carlista. A lo largo de su historia también participó en las Guerras de África y Campañas de Cuba. Al llegar la segunda República el
regimiento fue disuelto. Actualmente existe el Regimiento Acorazado de Caballería “PAVIA Nº 4” con base en Zaragoza, heredero de este y también del histórico regimiento de Pavía.
Muestra de su valor es que por su participación en la Primera Guerra
Carlista fueron recompensados con la máxima distinción del ejercito
español, la Laureada de San Fernando.
En la pintura se muestra un húsar de la Princesa montado a caballo, mirando al mar. Está pintado al óleo en soporte de papel. La luz incide de frente por lo que solo se ilumina el borde de la
silueta del soldado, el pequeño acantilado queda en parte a la sombra lo cual ayuda a pronunciar la figura del húsar y de su montura.
